Mis amigos me consideran una persona curiosa, sensible y espontánea.
Elegir la psicología como profesión fue una decisión muy natural para mí porque me encanta conectar con las personas y crear vínculos valiosos.
Mi dedicación a la psicología comenzó hace más de una década. Estudié en la Universidad de Granada y me enamoré de la ciudad, así que decidí echar raíces en ella. Lo primero que hice tras terminar la carrera, fue especializarme en los llamados “casos graves”. Estos pacientes que, según me habían enseñado en clase, no conseguían muchas veces mejorar con la psicoterapia. Te cuento esto de “casos graves” entrecomillado, pues haciéndome eco de las palabras de la psicóloga Paula José Quintero: “No hay tal cosa como paciente difícil, sino que hay pacientes difíciles para mí”.
Descubrí que sí había enfoques terapéuticos que funcionaban para estos pacientes, así que fui a Barcelona para poder realizar un máster especializado en Trastorno Mental Grave (alteraciones de la personalidad, bipolaridad, esquizofrenia, trauma complejo) que aunaba diversas corrientes terapéuticas. Así, pude recibir formación en Terapia Dialéctico Conductual, Terapia basada en la Mentalización, Terapia Psicológica Integrada para la Esquizofrenia,… Todo ello me dio un buen bagaje con el que emprender mi andadura como psicoterapeuta.
A continuación…
Después, comencé mi formación en Terapia de Aceptación y Compromiso de la mano del Instituto Europeo de Psicología Aplicada, Terapias Contextuales y Grupo Act, así como indagué más en la Terapia Dialéctico Conductual y su aplicación a diferentes problemas psicológicos (trastornos de la conducta alimentaria, trauma, drogodependencias), gracias a Intercontext y Escuela DBT.
A lo largo de mi experiencia he colaborado en talleres grupales de mindfulness (atención plena), habilidades sociales, inteligencia emocional,… He intervenido como terapeuta en terapia grupal en problemas de TCA, TOC o fobia social. Desde hace años me dedico a la psicoterapia, especialmente en adultos. Durante este tiempo he atendido problemáticas muy diversas: estrés, ansiedad, depresión, problemas de alimentación, insomnio, baja autoestima, obsesiones y dificultad en las relaciones sociales.